Iglesia Evangélica Metodista Argentina
Distrito de Córdoba
Córdoba, 06 de Mayo de 2015
Carta Pastoral sobre inseguridad y policía
Estimados hermanos y hermanas;
Público en general:
“Se encontrarán la misericordia y la verdad, se besarán la
justicia y la paz”.
(Salmo 85:10 RVC).
Son de público conocimiento los acontecimientos sucedidos
durante el fin de semana pasado en nuestra ciudad de Córdoba y en el gran
Córdoba. La policía de la provincia llevó adelante un “operativo saturación”.
El mismo consistió, según lo expresara a medios periodísticos el titular de la
fuerza, Crio. Julio César Suárez, en “una fuerte ocupación territorial”. En el
operativo se buscaban armas, drogas, objetos y vehículos con denuncia de robo,
etc. Esto arrojó un número altísimo de detenciones, ya sea por secuestro de
elementos, averiguación de antecedentes o aplicación del cuestionado Código de
Faltas.
Según la declaración pública del Observatorio de Derechos
Humanos de la Universidad Nacional de Córdoba junto a otras organizaciones
sociales, hubo más de mil detenciones durante el fin de semana. La gran mayoría
de ellas tuvo como protagonistas a los jóvenes que residen en los barrios
empobrecidos de la ciudad, zonas catalogadas como “peligrosas” por la policía
de la provincia.
Según muchísimos relatos de los jóvenes detenidos y
demorados a quienes se les aplicó el Código de Faltas, fueron detenidos porque
sí. Los mismos oficiales de la fuerza les decían que tenían que detener una
cierta cantidad de personas.
Por todo esto, vemos con preocupación los hechos de
inseguridad que se dan a diario en nuestra ciudad, realidad de la que nadie
está exento.
Vemos con mucha preocupación las respuestas y acciones de la
policía de la provincia que pretenden solucionar la inseguridad.
Vemos con muchísima preocupación la discriminación,
estigmatización y criminalización de los jóvenes que viven en los barrios
populares de nuestra ciudad.
Como afirma la declaración antes mencionada, el “operativo
saturación” fue una verdadera “razzia”, contra los sectores más jóvenes y
empobrecidos de nuestra ciudad.
Exhortamos a todos los estamentos del Estado con
responsabilidad en este tema, a rever las cuestionadas políticas de seguridad
que se vienen aplicando, en la búsqueda de una política de seguridad que no sea
meramente resultadista ni estigmatizadora,
sino que busque una respuesta integral. El problema de la inseguridad
está relacionado con problemáticas sociales profundas y requiere que todos los
organismos del Estado y la sociedad civil trabajen en conjunto, atendiendo las
causas y no sólo los síntomas.
Como afirma el texto bíblico al comienzo, anhelamos que se
encuentren la misericordia y la verdad y que finalmente se besen la justicia y
la paz. Con preocupación y dolor no dejamos de orar a Dios por esto.
Nos despedimos saludándoles fraternalmente en Cristo,
Pastor Pablo G. Oviedo, Superintendente
Pastor Maximiliano A. Heusser
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